Aqui tienes una presentación para esta celebración

XXXII DEL T. ORDINARIO

Ciclo C, domingo 10 de noviembre de 2019

 

CANTO DE ENTRADA: “Cerca del hogar”   

MONICIÓN DE ENTRADA:

Bienvenidos sean todos a un domingo más donde nos reunimos en familia a celebrar nuestra amistad con Jesús. Él está siempre con nosotros esperando que nos detengamos un momento a escuchar cómo nos habla al corazón para enseñarnos a ser felices y a vivir con generosidad.

El Dios de nuestra fe no es un Dios de muertos. Dios es el Dios de los que han muerto y siguen viviendo en El.

Necesitamos vivir a Dios no solo cuando estamos de luto. También necesitamos vivir a Dios cuando estamos vestidos de fiesta y disfrutamos de los gozos y las alegrías de la vida. Dios no comienza después de nuestra muerte. Dios comienza con nosotros cuando nacemos.

Basta encontrarlo en el propio hogar o en el propio pueblo: en la esposa, en el esposo y en los hijos, en los vecinos o los compañeros de trabajo…

Basta encontrarlo cuando salimos a la calle y nos topamos con el hermano necesitado.

ACTO PENITENCIAL:

–Tu vida, a veces Señor, no es nuestra vida. Porque no te reconocemos, SEÑOR, TEN PIEDAD.

–Tu vida está llena de luz, la nuestra, a veces, tiene sombras. CRISTO, TEN PIEDAD.

–Tu vida nos lleva a la resurrección; a nosotros, a veces, nos cuesta aceptarlo. SEÑOR, TEN PIEDAD

GLORIA

LITURGIA DE LA PALABRA

LECTURA:  2Mac 7, 1-2.9-14.

                                                                              

CANTO: “ESCUCHA TÚ LA PALABRA DE DIOS”

EVANGELIO: Evangelio según San Lucas 20, 27-38

HOMILÍA:

Frase para comentar:  “¡CONTÁGIATE! VIVE EN LA ESPERANZA”

Imagen para comentar: 

 

ORACIÓN DE LOS FIELES:

–Señor, tú dijiste «buscad y hallaréis», pero entre nosotros son muchos los que no sienten necesidad de Dios. Ayúdanos a despertarles de su apatía. Roguemos al Señor.

–Padre, nuestra sociedad moderna está descristianizada, enséñanos el camino de la nueva evangelización. Roguemos al Señor.

–Padre, tú nos creaste a tu imagen y semejanza, pero la violencia y el dolor desfiguran esta imagen en muchos hermanos nuestros. Roguemos al Señor.

–Señor, sabemos que la fe se contagia por el testimonio, ayúdanos a ser tus testigos en el mundo. Roguemos al Señor.

–Señor, tú sentías lástima ante las gentes dispersas como ovejas sin pastor. Necesitamos guías que nos acerquen a ti. Roguemos al Señor.

LITURGIA EUCARÍTICA

OFERTORIO:

—  Con este ovillo de lana queremos ofrecerte Señor, la vida que no se acaba. Es difícil encontrar los dos extremos del hilo. Pero sabemos que con un poco de paciencia y de cuidado, es posible dar con ellos.

— La lluvia y el frío del otoño que nos empiezan a visitar nos van anunciando que el final del tiempo litúrgico se acerca, por eso te ofrecemos este saco con vitaminas de fe, (se puede llenar de caramelos para luego repartir al final de la misa a los niños) que nos ayudarán a coger fuerzas para emprender el camino que nos acerca al tiempo de adviento.

— Finalmente, te ofrecemos el pan y el vino, simbolizan perfectamente el manjar del cielo. Tu Cuerpo y tu Sangre derramada por la salvación de todos los hombres. Que nunca nos falten como fuerza en nuestro caminar.

CANTO: ¿QUÉ TE PUEDO DAR?

PLEGARIA EUCARÍSTICA

SANTO: HOY QUIERO PROCLAMARTE

PADRENUESTRO (cantado en el altar)

CANTO DE LA PAZ: “LA PAZ TE DOY A TI MI HERMANO

CANTO: (este canto es para antes de la comunión, en el momento de la invitación a participar del banquete eucarístico)

«El Señor Dios nos amó

Como a nadie amó jamás

Él nos guía como estrellas

Cuando no exístela luz,

Él nos da todo su amor

Mientras la fracción del pan,

Es el pan de la amistad,

El pan de Dios.

Es mi cuerpo

Tomad y comed

Esta es mi sangre

Tomad y bebed,

pues yo soy la vida

yo soy el amor.

¡Oh Señor, condúcenos

Hasta tu amor!»

CANTO DE COMUNIÓN: ALMA MISIONERA

 ORACIÓN FINAL:   

Quiero crecer en la esperanza.

Saber que siempre estás para escucharnos.

Saber que nunca nos abandonas.

Saber que tu amor es más grande que todo.

Saber que nos quieres de verdad.

Señor, haz crecer

la esperanza en mi corazón.

Que confíe en ti,

para aprender a esperar.

Que sea paciente

y nunca baje los brazos.

Dame mucha fe,

mucho amor

y mucha esperanza para vivir.

Gracias, Señor.

CANTO FINAL: “ROMPE A GOLPES”